domingo, 7 de noviembre de 2010

Qué estúpido era...

Querer ser diferente es imposible. No se puede luchar contra tu cultura. Ni contra los ideales de tu familia, amigos, ciudad, país...(es decir la cultura en sí) Puedes no ser igual a un porcentaje de la población en algunos aspectos, pero se queda en eso, ser diferente en un par de cosas. La única cosa que en parte me puede diferenciar es la concienciación de esa diferencia (al igual que a cualquier sociólogo).
A veces me siento como una hormiga que carece de importancia frente a la gran masa que es la sociedad. Es más, la mayoría carecemos de importancia incluso ante algo material como el dinero.
Pero bueno que importa. La felicidad se busca desde tu pequeño apartado social: amigos, novias, estudios... La realidad en sí es una falsa.
No existe la igualdad, la democracia no es representativa, los gobiernos no pelean por nosotros sino por el poder, y un largo etcétera.
Por eso la única salida es pensar en uno mismo, sin destrozar a los demás por el camino (como hace el capitalismo).
La única salida es un egoísmo altruista. Centrarse en tu ego sabiendo que hay otros egos por ahí a los que no hay que joder.
La felicidad está en explotar ese pequeña apartado que nos hacen llamar libertad. Yo prefiero llamarle libertad sujeta al dinero, pero bueno algo es algo.
Buenos días.

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